viernes, 18 de octubre de 2013

ESPAÑA-CATALUÑA

                      ESPAÑA-CATALUÑA

Uno se cansa  de las interminables tertulias radiofónicas sobre la autodeterminación catalana; se le dan mil vueltas al asunto sin entrar nunca en la cuestión de fondo: ¿por qué quiere independizarse Cataluña? ¿cuáles son los factores que desencadenan cada año más ese sentimiento de independencia?
         La crisis del sistema. El presente modelo socioeconómico se encuentra en fase de corrosión terminal, pobreza, corrupción, hecatombe ecológica, crisis económica, política e institucional etc. Cuando algo se descompone, tiende a disgregarse entre las partes que lo constituyen.
         Los valores del modelo. El sistema no entiende ni de interés social ni de ética colectiva, prevalecen los valores individualistas y egoístas. Sálvese quien pueda. Así se rige el mundo de la empresa y también de los individuos. Darwinismo social, quien no es capaz de competir, perece. Lo mismo puede decirse de los territorios, movidos por estos valores, no hay interés en practicar la solidaridad con otras zonas más deprimidas. ¿por qué serán siempre las zonas ricas las que quieren soltar el lastre de las pobres? Es como una lucha de clases traspuesta a los territorios.
         El desmantelamiento del Estado. Privatizaciones de empresas y servicios públicos, regresión del sistema fiscal, eliminación del derecho laboral, fin del Estado Social, etc. El Estado ha hecho tanto streptease que ha quedado para pagar la deuda externa y ejercer sus funciones coercitivas y policiales. Una vez eliminado, desaparece como una tutela superior capaz de articular el territorio mediante un sistema tributario justo y progresivo. Se trata de una vuelta a la Edad Media; sin una referencia superior, cada territorio intenta salvarse por su cuenta.
         Bipolarización social. El tejido social se encuentra hecho jirones, los ricos cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres. ¿a alguien le extraña que haya desaparecido el sentimiento colectivo de patria?      
         En definitiva, hay que enmarcar la cuestión catalana dentro de la crisis sistémica. Si estuviéramos creciendo al 5%, por poner una cifra, no habría tensiones territoriales porque sólo cuando la pobreza entra por la puerta salta la solidaridad por la ventana
         Todo esto agravado por el fuerte populismo de CIU para ocultar cuestiones más graves y por la radicalidad y la intransigencia de cierta parte del nacionalismo español  que fomentan y estimulan el sentimiento catalán.
         El nacionalismo es una enfermedad del capitalismo exacerbada por su más radical versión, el neoliberalismo.

                    
                            IZQUIERDA UNIDA SAN VICENTE

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