jueves, 25 de abril de 2013

HACIA DÓNDE VAMOS


Siguen pasando los días, las semanas, los meses, y la situación laboral y económica continúa en su camino hacia el abismo, hacia un pozo que parece no tener fondo en el que caben ya más de 6 millones de parados y mi pregunta es, ¿cuántos más caerán?
Diversos economistas, periodistas, tertulianos y demás personajes de los medios de comunicación nos vienen contando el día a día de lo que se asemeja más a una dictadura que a una democracia. Nos lo muestran en imágenes, nos lo dicen a través de los periódicos y, ¿qué hacemos?, quejarnos desde casa, desde el bar o desde el trabajo, sin salir a la calle y unirnos a los que sí han decidido dar la cara, tanto por ellos mismos como por los que no les acompañan.

Se habían cumplido escasamente 3 meses desde el cambio de gobierno y ya se había convocado la primera Huelga General. Parecía que el pueblo comenzaba a despertar del letargo al que se había acomodado con el gobierno del PsoE, que estaba dispuesto a alzar la voz y señalar de manera clara y directa a aquellos que han vivido por encima de nuestras posibilidades y nos han conducido, con mentiras, falacias, engaños y vejaciones, hasta donde nos encontramos en estos momentos. Pero todo se quedó en una fugaz apariencia, y San Vicente, una vez más volvió a mirar para otro lado y dejó pasar una gran oportunidad de reivindicarse en sus derechos y luchar por lo que es justo para todos. Cabe destacar la valentía de algunos que tuvieron sus más y sus menos en sus respectivos puestos de trabajo.

No podemos esperar que la realidad actual vaya a mejor si las alternativas que tenemos se llaman PsoE y PP, o lo que es lo mismo, salir de Guatemala y entrar en “Guatepeor”. Ellos son los responsables, si, pero es el pueblo el que con su voto les permitió serlo al mismo tiempo que se convierte en cómplice de lo que está sucediendo, y no sirve de nada lamentarse y quejarse sin actuar, mientras otros reciben palos y son detenidos por los lacayos ignorantes que defienden a la mano que les recorta y les humilla y golpean a quienes pelean por sus derechos.

Es impensable que en España suceda lo que en Islandia, un país que llevó a los responsables de su situación a la cárcel, sustituyó a los dirigentes políticos, cambió su constitución y se negó a pagar una deuda que habían generado los bancos privados; cuando aquí compiten mano a mano los dos partidos políticos mayoritarios para ver cuál es más corrupto, donde el rey se va de caza con dinero público y encubre al ladrón de su yerno y a la sometida de su hija, donde el sistema de sanidad y educación pública está siendo violado y exterminado dando paso a la privacidad y donde una parte significativa de la sociedad, al parecer, no es consciente de lo que sucede.
Simplemente, es impensable.

Mario Cuño 
Concejal IU San Vicente

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