Entre
los puntos del orden del día del pleno ordinario del 4 de Diciembre de 2012,
figuraba el que se refería a la modificación del convenio colectivo entre
nuestro Ayuntamiento y los empleados públicos.
La
modificación se basaba en la adaptación del convenio al Real Decreto 20/2012 de
13 de Julio del Gobierno de la nación y que afecta a la totalidad de los
empleados públicos de todas las Administraciones.
Nuestro
convenio se ve afectado en su art. 17, jornada laboral; art. 18, bajas por
enfermedad y art.29, permisos retribuidos. Dichas modificaciones suben la
jornada, de 35 a 37,5 horas semanales; reducen los días de asuntos
particulares, de 6 a 3 días y disminuyen la cobertura en caso de contingencias
comunes (enfermedad). Hay que decir que esto viene dictado por una legislación
de rango superior que es obligatorio acatar.
Hasta
aquí todo normal, porque eso fue lo que trataron los representantes de los
trabajadores y del Ayuntamiento en la mesa de la Comisión Paritaria y eso fue lo que se trató en la
comisión informativa que antecede al ya mencionado pleno ordinario.
La
novedad se produce durante el desarrollo de la sesión plenaria cuando el
Alcalde anunció también la modificación del complemento específico de 4 puestos
de trabajo, sin especificar nada más y restándole importancia al asunto.
Cuando
nuestro portavoz tomó la palabra, manifestó que “si los trabajadores están
conformes”, IU votaba a favor de la
modificación, a lo que respondió el Alcalde que sí lo estaban.
Esta
modificación de los complementos específicos de estos 4 puestos de trabajo,
interventor, tesorero y 2
administrativos, en la práctica significa una importante subida de sueldo, casi
400 euros brutos, al interventor y casi 300 euros brutos al tesorero. La subida
de los administrativos no es relevante y se efectuó para camuflar las otras
dos.
¿Qué
significa todo este asunto en castellano, alto y claro? Pues que aprovechando
que el Pisuerga pasa por Valladolid, o sea, que había que modificar
obligatoriamente el convenio para adaptarlo a una normativa de rango superior,
nuestro Alcalde decidió subir los sueldos del tesorero y del interventor sin
que lo supieran los trabajadores, ni los concejales de la oposición y, en
nuestra opinión, ni sus propios concejales. ¿Por qué? Eso había que
preguntárselo a él y eso fue lo que hizo IU en el siguiente pleno ordinario (5
de febrero de 2013); pero negó que esto fuera así en una huida hacia adelante,
como un niño al que sorprenden robando una chocolatina.
Por
lo que a nosotros respecta, si un informe razonado, avala que algún trabajador
merece una subida de sueldo y los trabajadores (o sus representantes) lo
aprueban, IU no tiene problemas en aceptarlo. Pero mediante un procedimiento
legal, democrático y transparente; no mediante atropellos y manipulaciones como
pretende nuestro Alcalde. Para eso sirve un convenio, evitar arbitrariedades y
definir un marco legal al que trabajadores y Ayuntamiento puedan acogerse.
Nuestra
valoración del asunto es que un alcalde que se comporta de tal modo,
manipulando a los trabajadores municipales y ocultando información a los
concejales es porque piensa que el Ayuntamiento no es una institución de todos,
sino que es su casa, o su cortijo.
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