Ante
las quejas y comentarios sobre el funcionamiento de nuestra residencia de
mayores que nos venían llegando, el Grupo Político de Izquierda Unida-San
Vicente, decidió preguntar en el Pleno ordinario del 5 de febrero
de 2013 sobre el asunto. Concretamente preguntábamos si como máximo responsable
del funcionamiento, nuestro Ayuntamiento disponía de un plan o un protocolo de
seguimiento para evaluar el funcionamiento de nuestra residencia; y en caso de
haberlo, en qué consistía e incidíamos también en si se venían cumpliendo las
cláusulas del contrato de adjudicación y la normativa autonómica relativa a
este tipo de centros.
La
verdad es que para nosotros no es un tema fácil de abordar por la sensibilidad
que conlleva, pero tampoco podemos dar la espalda a la realidad, habida cuenta
de la importancia de este servicio. Además, no deja de ser una pregunta normal
de control por parte de la oposición.
Nosotros
conocemos que hay deficiencias respecto a vigilancia, limpieza, comida,
actividades para los residentes, aseo o trato a los trabajadores; se están
pagando a tres euros la hora al personal de limpieza, y se ha despedido a una
limpiadora para darle paso a la mujer de un concejal del Gobierno Local.
De
tener nuestro pueblo un Alcalde sin el pecado de la soberbia ni el defecto de
la prepotencia, habría respondido que aunque a él no le constara,
invitaba a cualquier concejal de la Corporación a visitar el Centro y hablar
con residentes, familiares, trabajadores y responsables de la empresa. Pero en
lugar de esto, como de costumbre, se irritó, negó las deficiencias y dijo
disponer de un protocolo de control que funciona de maravilla y que no hay
ningún problema.
Como
nuestra residencia lleva ya bastante tiempo abierta, tampoco pasa nada porque
evaluemos su funcionamiento y hagamos un balance, después de todo, es
responsabilidad de la Corporación.
Esta es
una de esas ocasiones en que sería preferible estar equivocado, pero es
necesario recordar que negando la realidad no desaparecen los problemas.
Desde
el Ayuntamiento se debería tener muy claro que los intereses que tenemos que
defender son los de residentes, familiares y trabajadores, y no los de la
empresa responsable que voluntariamente ha querido hacerse cargo de la gestión.
Sin
caer en el oportunismo, ya por finales de 2011 poníamos en entredicho el
proyecto, al nacer lastrado por dos cuestiones:
1.- La falta de equipamiento de
nuestro centro, o sea, todo el mobiliario y equipo necesario para su
funcionamiento. La Junta de Extremadura construyó el edificio pero no lo
equipó.
2.- Un Convenio insuficiente
para cubrir las plazas que tienen derecho a subvención, aproximadamente la
mitad.
Nuestro Grupo votó
en contra del pliego de cláusulas que privatizaba nuestra Residencia, matizando
que Residencia sí, pero
pública, no privada. Como tantas otras veces no se nos hizo caso, ahora
empiezan los problemas.
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