Fue en
París, en 1889 cuando la Segunda Internacional decretó el 1 de Mayo
como Día Internacional de los Trabajadores en homenaje a los
“mártires de Chicago” ejecutados por su participación en la
huelga del 1 de Mayo de 1886 para reclamar la jornada de 8 horas.
Han
pasado más de 110 años y ahora observamos como la contrarreforma
neoliberal desmantela el Estado social y elimina el derecho laboral
que la lucha de los trabajadores había conseguido durante el periodo
de la socialdemocracia (eso sí, a costa de una tremenda deuda
ecológica y económica con los países del Sur). Han contribuido a
ello factores como el derrumbamiento de la URRS y el bloque
socialista, el control de los movimientos sociales por la
manipulación informativa de los medios de comunicación, la
terciarización de la economía, la cooptación de los sindicatos
mayoritarios (CCOO y UGT) por el sistema y el trasvestismo ideológico
del PSOE para conformar el brazo armado bipartidista.
Según
el Marqués de Condorcet, el verdadero poder no está en los
opresores, sino en los oprimidos en la medida en que asumen los
valores y principios del opresor. La hegemonía cultural, política y
económica neoliberal se ha colado por todos los intersticios de
nuestra conciencia y hemos experimentado un proceso de
individualización, despolitización y desideologización. Por ello,
los trabajadores occidentales tenemos en este drama un doble papel de
víctimas y verdugos al participar de la orgía consumista y
despilfarradora de recursos que en buena parte hemos expoliado a
otros países. Pero la crisis mundial del capitalismo está poniendo
en cuestión esta hegemonía, momento propicio para que los
trabajadores nos rearmemos ideológicamente, tomemos conciencia y
transformemos la pasividad en voluntad y la voluntad en acción para
transitar hacia una república social con un modelo económico
sostenible y solidario para todos. El 1 de Mayo es un buen momento
para comenzar. SIN PARTICIPACIÓN NO HAY TRANSFORMACIÓN.
IZQUIERDA UNIDA SAN VICENTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario